domingo, 31 de agosto de 2014

La educación del Ecuador: seis asignaturas pendientes

El inicio de clases en la Sierra y Amazonía del Ecuador pone a la sociedad –y no solo a los padres de familia, profesores y estudiantes- en una actitud de sana expectativa y entusiasmo. Y no es para menos: el sistema educativo –creamos o no en él- es una base instrumental que intenta responder a las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, refuerza la responsabilidad de los padres y convoca a docentes a cumplir una misión atada inexorablemente a la formación integral de los ciudadanos. Pero, ¿en qué medida la ruta aspiracional de la sociedad y las expectativas propias de los ciudadanos se cumplen, en el tráfago de los ciclos, los quimestres o quinquemestres, las evaluaciones y donde, en rigor, el cambio de la educación va más allá de las inversiones, los edificios y las cifras?
Temas pendientes
La relación entre pobreza y mala educación tiende a estrecharse, a medida que los habitantes superan los niveles de desempleo y el ausentismo escolar anacrónico. En este contexto, las políticas públicas en educación han sido aplicadas y en ciertos tramos superadas. No obstante se requieren nuevas estrategias para superar las brechas y eliminar el círculo vicioso de la pobreza. Algunas asignaturas pendientes son:
La reforma integral en la formación de los docentes es una buena inversión a futuro, con la participación activa de las universidades; asimismo, la inclusión de nuevos modelos de supervisión educativa, a través de mentorías y tutorías, que signifiquen cambios significativos en la escuela, que es el corazón del sistema.
La economía de la educación en la sociedad del conocimiento es un rubro todavía intocado en el Ecuador. Es urgente formar un 'think tank' o tanque de pensamiento para repensar la educación del país, con criterio interdisciplinario y plural.
La ciudadanización de la educación es un paso importante –aunque es paradójico subrayar en plena revolución ciudadana- en el sentido de dar a todos los ciudadanos y a las organizaciones ciudadanas –y no solo a los actores directos, los docentes, los estudiantes y padres de familia- papeles de responsabilidad social.
Convocatoria al Consejo Nacional de Educación. Desde 2008 no se ha integrado ni convocado. Es hora que el país cuente con Plan Nacional de Educación que establece la Ley Orgánica de Educación Intercultural (Arts. 23 y 24).
Las pruebas PISA merecen atención por parte de toda la sociedad y no solo del sistema educativo.
El Plan Nacional de Lectura. Diversos colectivos de los sectores públicos, privados y no gubernamentales se manifiestan a favor de esta estrategia, que no corresponde a un ministerio, tampoco a un gobierno sino a toda la sociedad. Porque una sociedad lectora es un objetivo nacional permanente.
Tomado del Diario EL COMERCIO

¿Qué falta para que el colegio lidere?